En cierto momento de mi vida, me sentí tan desilucionada, tan impotente de una situación difícil para mí, y no pude contener las lágrimas... levante la vista al cielo y le dije a Dios, que ya no quería seguir con ese sentimiento que quería realmente que las dificultades de desvanecieran, y que quería que me ayudara.
Fué entonces que Jesús acudió a mí... me asistió por espacio de una hora aproximadamente, y secó mis lágrimas con sus palabras de consuelo.
Me dijo que lo que no sabía era quien era yo.
Aún y que ya estaba teniendo la comunicación con el Arcángel Barchiel, me dijo
-- Tu eres un ser único, con tu propia individualidad, con tu propio cuerpo, con tu propia mente, con tus propias experiencias.
Naciste para ser libre, para elegir, para tomar desiciones, para vivir tu vida propia.
Debes saberlo, debes saber que aun y que atravieses dificultades, tu debes vivir tu propia vida... no la vida de los demás, no la vida que otros quieren que vivas, debes saber que eres libre de tomar desiciones. No permitas que otros vivan lo que ellos quieren que tu vivas, porque tu eres libre de decidir las experiencias en tu vida, para eso naciste con tu propia individualidad.
En tí, sólo en tí, esta permitir aceptar una ofensa, un insulto, una provocación, una agresión... Tú decides si la aceptas o la rechazas, o si te la apropies permitiendo que te lastime.
Me dijo que era hija de Dios, hecha a su imagen y semejanza, que había vinido a este mundo con un proposito, una misión, que todos los seres humanos a eso habiamos venido, que descubrieramos cual era, que cada cual tiene aptitudes y talentos que ofrecer a la humanidad.
Ahora te puedo decir que soy feliz porque sé... quién YO SOY.
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