Con la fragilidad de cualquier ser humano, que cometemos errores, que el único ser perfecto es Dios, pongo a su disposición algunos fragmentos de una conversación que tuve con Jesús.
Dios ha dado una libertad a todos y cada uno de los seres humanos, una libertad que no debe ser rebasada interfiriendo en la voluntad y desiciones de las demás personas, una libertad única y auténtica de poder elegir lo que será su destino o el rumbo de su vida y que debe ser respetada.
Sin embargo a veces la humannidad se pierde y anda entre espinas lastimándose y sufriendo las consecuencias del fruto de sus actos. A éstas personas primeramente diles que Dios quiere llegar a ellos y tocar su pobre corazón lastimado y dolido.
Hablales de la belleza existente dentro de ellos mismos, diles que son tan importantes como Jesús en la vida del Padre. Diles que Dios los ama y los quiere ver disfrutando de los bienes que les da, que quiere que sean buenos y generosos, otorgando amor a sus semejantes, que hay un Dios que todo lo puede pero que deben creer en ellos mismos y en la bendición del Padre.
Que son únicos e irrepetibles, extraordinarios y genuinos.
Que deben brillar con su luz propia que los conduzca al Padre como un farolito lindo y que puedan servir de guía a propios y extraños.
Que Dios los ama y ese amor es tan grande que rebasa fronterasm eras y etapas interminables porque es la materia con la que esta hecha el universo.
Esa materia se llama amor, y que es grandioso, majestuoso... es de lo que están hecho ustedes hermanitos mios.
Es lo que deben reconocer como única y verdad, limpia y genuina.
Lo deben saber; son bendecidos en todo momento. Cada cual tiene su propia individualidad, es muy importante darlo a conocer; pues hay en la humanidad mucha incertidumbre de su propio ser, que debe modificarse, redimirse por medio del perdón de los pecados, que es un acto del mas grande amor.
Así es como funciona su paso por la vida.
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